jueves, 14 de marzo de 2013

TRAMPA DE LA LIQUIDEZ

TRAMPA DE LA LIQUIDEZ

El concepto “trampa de liquidez” es originario de Keynes, se emplea para definir una situación económica en la que la política monetaria se vuelve ineficiente para estimular la inversión y el consumo. Una vez que el Banco Central ha reducido el tipo de interés a prácticamente el 0%, por mucho dinero que inyecte en la economía (aumente la oferta monetaria), el tipo de interés permanece constante, esto se debe a que la curva de demanda de dinero se vuelve completamente elástica respecto al tipo de interés. Estos tipos tan bajos hacen que los individuos piensen que en el futuro van a subir, por lo que atesoran el dinero esperando que esa subida les incentive a asumir el riesgo de invertir o por si la depresión se alarga.
 
El Banco Central inyecta dinero a las entidades financieras intercambiando activos no líquidos por dinero, y estas, no lo utilizan adecuadamente, ya que se lo guardan y no lo invierten ni lo prestan, por lo tanto, como la masa monetaria crece pero no circula, imposible que haya crecimiento e inflación.
La solución que da Keynes a la trampa de la liquidez es una política fiscal expansiva, en la que a través del aumento del gasto público se estimule el PIB y el empleo. Pero en épocas de depresión como la actual, en las que el estado se encuentra en desequilibrio financiero (déficit publico), debido a que sus ingresos son menores que sus gastos, no parece que pueda ocupar el lugar de los consumidores privados para sostener una economía a largo plazo.
Para Paul Krugman, economista y premio nobel de economía, cercano a los pensamientos postkeynesianos, la inflación puede ser la solución para salir de la trampa de liquidez. Durante la trampa de la liquidez, una tasa de muy baja, no estimula la inversión. Pero si los empresarios y los consumidores esperan que sus ahorros se devalúen en el futuro por motivos inflacionarios, se deciden a invertir y a gastar: y así se sale de la trampa de liquidez.


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