sábado, 16 de marzo de 2013

CLUB, CONFERENCIA, GRUPO O FORO BILDERBERG


CLUB, CONFERENCIA, GRUPO O FORO BILDERBERG

 
El Club Bilderberg es una asociación de carácter secreto que celebra reuniones privadas anuales en las cuales, se dice, se debaten asuntos fundamentales. A la reunión acuden personalidades relevantes del mundo de los negocios y de la política, en definitiva, gente con poderosas influencias. Todo esto ha generado un sumidero de rumores sobre lo que ocurre y se decide en estas reuniones.
Entre otras cosas se ha dicho que el Club Bilderberg es un gobierno paralelo en secreto que controla los designios del mundo y de la economía global, y que es allí donde se toman decisiones determinantes que pueden marcar el desarrollo de nuestro día a día, como, por ejemplo, medidas anticrisis o la elección del presidente de los Estados Unidos, la nación más poderosa del planeta.
El título ‘Bilderberg’ viene del nombre del hotel donde se produjo la primera reunión, en Holanda, allá por 1954. A las diversas reuniones celebradas han acudido banqueros, primeros ministros, realeza, financieros internacionales, dueños de medios de comunicación… Entre los miembros más habituales se encuentra Donald Rumsfeld, ex-ministro de Defensa de Estados Unidos durante la administración Bush o Paul Wolfowitz, ex-presidente del Banco Mundial.
Sea cierto todo lo que se dice o no, el manto de secretismo que acompaña a Bilderberg hace que cualquiera de las posibilidades que se comentan sea posible, desde un gobierno mundial en paralelo hasta una farsa que dé coba a aquellos que creen en teorías conspirativas.
 

EFECTO GERTRUDIS

EFECTO GERTRUDIS



Dado que la esperanza de vida al nacer se ha ido incrementando prácticamente en todas las latitudes, con mayor frecuencia la gente del común se pregunta si los ahorros acumulados durante su vida laboral activa le resultaran suficientes para vivir confortablemente hasta la fecha de su defunción. La respuesta, en principio, dependerá del régimen pensional adoptado.

 

Si se tratara del régimen privado, basado en cuentas individuales, la respuesta se fundamentará en cómo incrementar los retornos esperados de su portafolio de ahorros. Ello ha llevado, especialmente en América Latina, a moverse institucionalmente hacia los “portafolios generacionales” (multifondos). Sin embargo, las tendencias seculares del capital (con retornos históricos decrecientes) también indican la sabiduría de incrementar el volumen de los ahorros voluntarios, complementando los “ahorros obligatorios”.

 

Si se tratara del régimen público, donde se “prometen” determinadas tasas de reemplazo (=beneficios pensionales/contribuciones) sin atención a esa mayor longevidad, la respuesta está en cómo enfrentar los mayores déficits fiscales que está causando lo que denominaremos el “efecto Gertrudis”.  Hacemos alusión al legendario caso de Gertrudis Janeway, quien falleció en 2003 en los Estados Unidos, tras haber disfrutado de una pensión que estuvo “viva” durante la módica suma de 106 años: Gertrudis disfrutó la herencia de dicha pensión durante 76 años y su marido la había disfrutado durante los restantes 30 años.

 

¿Cuál fue el truco que permitió que una pensión idea para estar “viva” unos 20-25 años pudiera multiplicar su perverso efecto fiscal por cinco veces? De una parte, estuvo la longevidad de doña Gertrudis, quien vivió 94 años; pero, de otra parte, estuvo la “vitalidad” de su esposo Mr. John, quien decidiera casarse con la joven Gertrudis cuando él ostentaba los 81 años y ella sus “tiernos” 18 años. Dado que Mr. John murió casi en la noche de nupcias, la joven Gertrudis pasó “por sobrevivencia” a disfrutar de dicha pensión durante prácticamente el

81% de su vida. Si denominamos como “tasa temporal de disfrute” la relación Años Disfrute/Años Contribución, observamos que en el caso de doña Gertrudis ascendió a 3.3 veces (= 106/32), cuando los cálculos actuariales indicarían que dicha relación no debería ser superior al 0.5 (= 20 años de disfrute / 41 de contribución).

Cabe recordar que este efecto Gertrudis también se ha presentado en Colombia, especialmente entre pensionados de las entidades públicas que se casaban con “pollitas” o los insólitos casos de abuelos que “adoptaban” a sus nietos para heredarles su pensión, al estilo Gertrudis.
 

BIEN DE GIFFEN


BIEN DE GIFFEN


En honor al economista Robert Giffen. Los bienes Giffen son bienes teóricamente factibles, se presentan como una clase especial de bienes inferiores (elasticidad ingreso de la demanda negativa) que no cumplen con la ley de la demanda, puesto que el efecto ingreso es de signo opuesto y mayor al efecto sustitución, lo cual genera gráficamente una curva de demanda con pendiente positiva, es decir, a mayor precio del producto los consumidores desearán comprar más de estos. Recordemos que todos los bienes inferiores, normales y superiores presentan una curva de demanda (Marshalliana) con pendiente negativa, cumpliendo con la ley de la demanda (a mayor precio menor cantidad demandada, ceteris paribus), excepto los bienes Giffen (los bienes Veblen tampoco cumplirían con la ley de la demanda). Es dificil encontrar estos casos en estudios empíricos, como resultado se puede observar que la ley de la demanda no se obtuvo de la teoría moderna de la conducta del consumidor, sino que es una generalización, basada en la falta casi completa de evidencia empírica de casos con curvas de demanda con pendiente positiva. Ejemplo, algunos historiadores sostienen que las patatas fueron bienes Giffen durante la hambruna irlandesa en el sXIX, eran tan importantes en la dieta de la población que cuando subió su precio, la población respondió al descenso de su nivel de vida reduciendo sus compras de carne, que era un bien de lujo, y comprando más patatas, que eran un alimento básico, así la subida del precio de las patatas aumentó la cantidad demanda de este bien.
 

COEFICIENTE DE CAJA

COEFICIENTE DE CAJA


El coeficiente de caja, coeficiente de reservas o tasa de encaje se refiere al porcentaje de dinero que mantiene una entidad financiera en sus reservas líquidas en el Banco Central (BC) de su país.
A menudo se utiliza el término coeficiente de caja para definir el coeficiente legal de caja o el coeficiente de caja obligatorio, que es el dinero que debe mantener una entidad financiera sin que pueda ser utilizado para hacer préstamos o invertir, es decir, el porcentaje de dinero que hay que guardar en la caja (cuenta en el BC). Las autoridades monetarias de cada país establecen un mínimo obligatorio de coeficiente de caja, pudiendo así las entidades financieras tener un porcentaje mayor en caja, pero en ningún caso menor. Es un instrumento que se utiliza habitualmente como política monetaria, cuanto menor sea el coeficiente de caja, mayor será la cantidad de dinero hay en el mercado.

En términos más grandes y reales, el coeficiente de caja (c) que tiene un banco, se calcula como sus reservas (R) entre todos los depósitos concedidos (D).
c = R/D


La función del coeficiente de caja es que el multiplicador del dinero no sea excesivamente elevado, para así poder garantizar la solvencia a corto plazo de los bancos y que los fondos que entregan éstos, no se multipliquen de una manera descontrolada.
 

CONDICIÓN DE SAMUELSON

CONDICIÓN DE SAMUELSON



La obra magna de Samuelson se agrupa bajo El fundamento del análisis económico (1947). En este trabajo, Samuelson comenzó a generalizar la aplicación de modelos matemáticos a la economía, particularmente, los estudios de termodinámica de Willard Gibbs, con base en la evolución de los principios del químico francés Lé Chatelier, llevaron a Samuelson a establecer el método de estática comparativa en economía.

Este método explica los cambios en la solución de equilibrio de un problema de maximización obligada cuando una de las restricciones es marginalmente reforzada o relajada. Esta extrapolación del estudio de los principios termodinámicos han servido para desarrollar los distintos escenarios económicos que se originan cuando se altera alguna variable del sistema estudiado.

Las aplicaciones matemáticas en economía y sus nexos con la química, le valieron para que en 1970 le otorgaran el Nobel de economía por estos estudios dado que introdujo una aplicación sistemática de la metodología de maximización a un amplio conjunto de problemas. La introducción matemática de las teorías keynesianas con la corriente económica de la síntesis neoclásica se le debe sin duda a Samuelson mediante el desarrollo de las curvas de indiferencia, que permitieron evaluar la utilidad marginal decreciente de un bien sin recurrir a su cuantificación. Su enfoque matemático y su liderazgo intelectual llevó al estudio de la economía al camino del análisis matemático que, durante unas décadas dominó la profesión de las económicas.
 


CONFERENCIA DE GÉNOVA

CONFERENCIA DE GÉNOVA


La Conferencia de Génova fue la Segunda Conferencia Monetaria Internacional convocada por la Sociedad de Naciones que tuvo lugar en abril de 1922 en la ciudad italiana de Génova. Se reunieron allí 34 países en búsqueda de acuerdos para la reconstrucción del comercio y el sistema financiero internacional, tras la Primera Guerra Mundial. La propuesta que se derivó de la conferencia fue la instauración del denominado patrón cambio oro.]

Después de la Primera Guerra Mundial el sistema monetario internacional había quedado totalmente desarticulado. Los países luchaban por retornar al patrón oro, pero había que resolver el tema de las paridades entre las monedas y los déficit fiscales que complicaban el retorno al sistema monetario vigente antes de la guerra.

El sistema del “patrón oro” había funcionado con eficacia durante medio siglo, prácticamente hasta el comienzo de la primera guerra mundial en 1914, había logrado mantener los precios estables a pesar de la gran expansión de la producción, y había asegurado el equilibrio de los compromisos exteriores; de ahí la estabilidad monetaria de los países que lo habían adoptado. Al finalizar la guerra, los países estaban convencidos de que el régimen del patrón oro era indispensable para el equilibrio de la economía, por lo que decidieron restablecerlo inmediatamente, a pesar de las dificultades que este restablecimiento pudiera producirles.

En abril y mayo de 1922 se reunió en Génova un grupo de expertos en temas monetarios que puso fin al mecanismo de ajuste del patrón oro que operaba antes de la Primera Guerra Mundial, y dio nacimiento a un nuevo sistema monetario internacional: el patrón cambio oro. El paso del patrón oro al patrón cambio oro hacía más "elástica" la oferta monetaria de los países, puesto que autorizaba a los bancos centrales a mantener reservas no sólo en oro sino en monedas convertibles a oro, y también los autorizaba a intervenir en el mercado para "moderar" las grandes fluctuaciones del precio del metal.
 

CURVA DE PHILLIPS


CURVA DE PHILLIPS


La curva de Phillips fue originalmente una relación empírica negativa entre la tasa de desempleo y la tasa de crecimiento de los salarios. Fue descripta por primera vez por William Phillips en su paper del año 1958 llamado “The Relation between Unemployment and the Rate of Change of Money Wage Rates in the United Kingdom, 1861-1957”.

Con el tiempo, la tasa de crecimiento de los salarios fue cambiada por la inflación, ya que se comprobó que tenían un comportamiento similar.


Lo que describe la curva es una relación inversa entre el desempleo ( del inglés unemployement, desempleo) y el incremento de los precios ( , que indica inflación). De esta manera, cualquier tasa de desempleo menor a (a su izquierda), tendrá como costo asociado una tasa de inflación mayor a cero. Por el contrario, cualquier valor a la derecha de conllevará una tasa de inflación negativa, o deflación.

Esta idea tiene grandes implicaciones en materia de políticas económicas y ha inspirado teorías en varios ámbitos, incluso la teoría del ciclo político de William Nordhaus. Si el decisor de política desea disminuir el desempleo en la economía mediante una política expansiva, ya sea monetaria o fiscal, puede calcular cuál será el perjuicio para la economía en términos de inflación. A la inversa, si se desea reducir la inflación mediante una política contractiva, se puede estimar cuál será la pérdida de la economía en términos de desempleo. Este planteo determina el trade-off entre inflación y desempleo, concepto clave para comprender la relación de la curva de Phillips y su utilidad económica.